Todos los proyectos son fruto de la imaginación, el deseo y el ímpetu. Entre ellos, la imaginación es la que mueve e impulsa a los otros. Haznos un favor: imagina.
Tienes ante ti dos navajas suizas, dos ejemplares del mismo objeto que conoces de sobra. La primera, compuesta por cinco sacacorchos. Desde luego, no puedes decir que no es múltiple. La segunda, formada por un sacacorchos sin hélice, una navaja roma, una lima pulida, y un destornillador sin punta. Una navaja múltiple y diversa, pero inútil. Dos aspectos básicos de este objeto inconfundible: multiplicidad y diversidad. Sin embargo, su éxito y su distinción se deben no solo a estas dos cualidades, sino a sus inmejorables calidad, artesanía y utilidad, propiedades que a lo largo de nuestra experiencia lectora nos hemos ido encontrado en los buenos libros. Por eso, en nuestro afán por trasladar esas cualidades esenciales al mundo editorial, pretendemos aunarlas en un nuevo proyecto: LA NAVAJA SUIZA.
Así, nos dirigirnos a los lectores con una propuesta heterogénea, personal y alternativa. Un proyecto que no busca distinguirse solo para destacar, sino que
pretende ser una propuesta diferente que nace con el deseo de convivir con las opciones editoriales existentes, y acercar a los lectores apuestas literarias que
sean motivo de placer estético y, al mismo tiempo, materia de reflexión. LA NAVAJA SUIZA nace con el ánimo de ofrecer a los lectores propuestas literarias inéditas y recuperadas del olvido, tanto en español como en lenguas extranjeras, no adscritas a géneros o nacionalidades, y asentadas en la búsqueda de nuevas formas literarias y que contribuyan a generar una conciencia social.