Tras más de un año de vivir en la clandestinidad, los padres de Fede (que tiene entonces ocho años) deciden huir de la Argentina de los militares y exiliarse en Europa. El desarraigo, sin embargo, conseguirá lo que no logró la violencia: partir a Fede en dos. En su interior habitará un niño anómalo, fantasma de la que pudo ser su vida, que tomará el timón cada vez que a Fede le falten raíces bajo los pies.
-|5
0 avis
Laisser un commentaire